LOS CUERPOS DE LAS MUJERES
EL CUERPO DE LA MUJER
Ensayo literario
No da igual decirlo en plural que en singular.
Al expresarlo en plural damos cuenta de su multiplicidad, y de cada singularidad.
Sin encumbrar un único patrón o perfil de cuerpo que alcanzar.
Los cuerpos como sostén de la vida. El sentido prioritario de sus excelsas manifestaciones físicas, por el solo hecho de existir.
Los cuerpos que auténticamente nos pertenecen. ¿Los queremos, los cuidamos, los nutrimos, los dignificamos? ¿Cómo? ¿Qué nos guía en esas posibilidades? Y no es lo mismo decirlo para el amplio multiverso femenino. Por tanto, como casi todo en la vida, no siempre se cuenta con las mismas oportunidades. No todas pueden igual. En el cuidado de no naturalizar.
Sería ideal que pudiéramos escucharnos, y que no estemos sometidas al escrutinio de lo externo.
¿Existe un cuerpo social? ¿Hay cuerpos como cuestiones de época?
De ser así, ¿quién lo marca?, ¿acaso en estos últimos tiempos los medios de comunicación?, ¿el algoritmo de esa gran telaraña que implica internet? O ya, ¿la inteligencia artificial?
Hay quienes hablan de envejecer dignamente, sin intervenirlos. Sin prácticas invasivas.
Al mencionar ácidos, abrasiones, rellenos, palabras con una carga fuerte en cuanto a la intervención sobre algunos cuerpos ¿estamos respetando sus naturalezas? ¿La homogeneización en ciertos estereotipos adónde y a qué lleva?
¿Los cuerpos para quién o qué? ¿Para vehiculizar cada vida? ¿O para la mirada de quién?
¿Sueltos, o sujetados?
¿Sujetos u objetos?
Lo que se dice de los cuerpos, los juicios de valor, las críticas. La estima.
¿Cómo la pareja y las otredades nos devuelven la imagen de nuestras corporeidades? ¿Damos valía a esas opiniones?
¿Somos libres en la manera de habitarlas o nos sentimos prisioneras?
¿Cómo las infancias construyen hoy sus subjetividades en relación a estas tramas?
¿Y qué hay de amar nuestros periodos naturales, su conexión con los ciclos lunares? Todos los beneficios que ellos traen. Si fueran puestos en valor, incluso hablar de la plenipausia cuando deviene esa pausa cíclica, de la que se conversa poco aún, concretamente en el ámbito médico, cada etapa vital se transitaría más amablemente.
Si hay un único irrefutable destino, ¿aceptamos cada línea que nuestra cara dibuja como huella de los tiempos? ¿Amamos cada pincelada blanquecina o bruñida en nuestras cabelleras y en los triángulos venusinos como vestigio de nuestras palpitantes vivencias?
Las redes sociales y la carta de cuerpos que exponen a elegir, a catar, cual si fueran parte de un menú. ¿Somos libres o prisioneras de nuestros cuerpos? A lo sumo el algoritmo, tal vez ayude a sintonizar en afinidades, o en compatibilidades, en cuanto a gustos, proyectos y aficiones, al decir de algunos profesionales de la psicología.
En términos holísticos, ¿qué priorizamos el ego o el alma?
Ser como somos. ¿Somos lo que queremos ser? ¿Qué podemos ser?
Nuestras improntas en el mundo.
Marie
A saber:
La corporeidad es una construcción humana que le da sentido al cuerpo biológico y, en definitiva, al propio ser humano.
La corporalidad es la relación entre el cuerpo y el movimiento, y la capacidad de manifestarse a través del cuerpo. Es su conocimiento, sea en estado de reposo o movimiento, en la interrelación de sus partes y de su relación en el espacio y los objetos que le rodean.
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